La gente que se encuentra relacionada con el
ocultismo suele atacar a menudo a los cristianos. Esas personas tienen que
realizar una serie de ritos para que los demonios lleven a cabo lo que ellos
desean que se logre. Pero si estamos prevenidos en cuanto a estos ritos,
podemos defendernos contra las maldiciones enviadas contra nosotros por este
medio. Satanás y sus servidores tratan muchas veces de poner maldiciones sobre
nosotros cuando no tienen el derecho de hacer tal cosa. Podemos romper esas
maldiciones de manera muy sencilla, pero primero debemos tener conciencia de su
existencia. En este capítulo estudiaremos algunos ejemplos de este tipo de
maldiciones.
Maldiciones relacionadas con figuras
ocultistas
Me
dijo luego: Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí Entré,
pues, y miré; y he aquí toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos
los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared por todo
alrededor.
(Ezequiel 8:9,10)
Estos versículos fueron escritos por Ezequiel
al narrar su experiencia cuando Dios lo llevó a Jerusalén para mostrarle la
profanación del templo de Dios construido por el rey Salomón. Entre otras
cosas, Ezequiel vio figuras esotéricas en las paredes del templo. No captamos
en realidad el significado de estos versículos hasta que comprendemos que el
propósito de estos dibujos ocultistas era colocar a los espíritus inmundos en
las figuras. ¡Los espíritus inmundos fueron introducidos al templo de Dios y
colocados en las mismísimas paredes del templo por medio de estas figuras!
Porque pueden ser usadas para colocar maldiciones, las figuras esotéricas
pueden jugar un papel importante en nuestra vida como cristianos. Por lo tanto,
necesitamos tener una comprensión elemental de ellas y estar prevenidos. Con demasiada frecuencia
simplemente las consideramos simples dibujos en la pared y no les damos
importancia.
Nos
gustaría considerar una clase particular de figuras ocultistas que son comunes.
En la jerga de los que están relacionados con el ocultismo, son llamadas “vigilantes”. Los vigilantes son
los reptiles mencionados por Ezequiel. Son los llamados espíritus familiares, espíritus malignos
colocados en sitios especiales para mantener vigilado todo el tiempo el espacio
inmediato. Estas figuras pueden ser colocadas en objetos, animales o dibujos.
Los animales son rara vez usados porque se mueven mucho. Pero en último caso,
la persona coloca la figura de un vigilante en un punto estratégico y regresa
después para comunicarse con el espíritu asignado a la figura para saber qué
ocurrió en el lugar durante su ausencia. Las figuras pueden tomar diversas
formas, pero siempre tienen varios ojos o por lo menos uno. Los vigilantes se
encuentran a menudo en los dibujos pintados en asociación con la actividad de
las pandillas.
Estos vigilantes les permiten saber a los
miembros de una pandilla cuándo se encuentran en su vecindario los miembros de
otra pandilla rival. Tenemos que estar alertas en cuanto a estos dibujos en las
paredes, porque nos permitirán saber que estamos en un lugar de actividad
ocultista.
IUlSTRACION 1
La segunda fotografía se tomó directamente de
frente al vigilante. Como puede verse, aparece un símbolo dibujado en una puerta
al lado del edificio. La misma pintura de aerosol se utilizó para dibujar al
vigilante y al símbolo en la puerta, El símbolo de la puerta se interpreta, por
lo general, como el símbolo de la anarquía. Sin embargo, cuando la A sale fuera del círculo, es el símbolo usado
para marcar el sitio de uno o más sacrificios de sangre. La puerta de la fotografía
era la puerta trasera de un establecimiento comercial en Iowa, utilizado como
centro de actividad de los dedicados, en ese lugar, al satanismo. En la habitación
que quedaba tras la puerta se realizan sacrificio de sangre, y el vigilante era
colocado en el sitio para que informara a sus socios humanos en cuanto a
quiénes entraban y salían por la puerta. Me pregunto qué sería lo que informó
el vigilante después de
vernos tomar las fotografías de él y de la
puerta.
Ilustración
número - 2
Las siguientes fotografías (números 3 y 4)
son todavía más interesantes. Las tomamos en Guadalajara, México, en enero de
1995. Guadalajara está situada en la parte central de México, a gran distancia
de Iowa. Permítanos contarle la historia que hay tras estas fotografías.
•
Cuando llegamos a Guadalajara para dar unas conferencias, fuimos recibidos en
el aeropuerto por una hermana en el Señor que es una mujer de oración en esa
ciudad. Nos habló brevemente de su trabajo para el Señor, de su lucha contra
las enfermedades físicas y de otras dificultades que estaba experimentando.
También nos dijo que había estado orando al Señor para que le revelara el
origen de sus problemas.
Después
de una reunión esa tarde, y antes que tuviéramos otra, esta hermana tuvo la
gentileza de llevarnos a su casa para brindarnos un refrigerio. Ella vive en
una hermosa y espaciosa casa en uno de los sectores opulentos de la ciudad. En
México, todas las casas están rodeadas por altos muros de bloques de cemento.
Cuando llegamos a la casa y mientras esperábamos que se abriera la puerta para
que entrara el automóvil, yo (Rebecca) miré hacia el muro de una casa que
estaba al frente, al otro lado de la calle. Para mi sorpresa, vi la figura de
un vigilante. Me asombró que fuera tan parecida a la que habíamos fotografiado
en Iowa. Enseguida que salí del auto, llamé a Daniel y a la hermana para que
vieran de cerca el muro. Ella había notado estas figuras en el muro de la casa
que estaba frente a la suya, pero no le había prestado ninguna atención,
suponiendo que se trataba de un dibujo común. ¡Pero esa pared explicaba en
forma clara el origen de los problemas de la hermana!
En la
tercera fotografía se puede ver la figura de un vigilante. Observe el parecido
que tiene con el de Iowa. Después del vigilante aparece la señal de un
sacrificio de sangre. Había las siguientes palabras en inglés: “We‘ve eyes on
you and you.. .“ (Tenemos la mirada puesta en ti y en . . .) La letra A de la palabra and tenía la forma del
símbolo utilizado para los sacrificios de sangre. En la ilustración número 4
aparece una fotografía de cerca de este símbolo. Una vez más, note el parecido
con el símbolo del sacrificio de sangre de Iowa.
Ilustración número 3
Esta hermana no sabía inglés, y por eso no le
prestó ninguna atención a las palabras ni a la figura.
Ilustración número 4
Al
final de las palabras que están en la fotografía N= 3 aparece la figura que se
muestra en la ilustración N= 5. Es la figura de un demonio con una hoz en la
mano. Es evidente que se trata de la parca, el demonio de la muerte.
Esta
es la interpretación de la escritura y de las figuras sobre el muro. El
vigilante fue colocado allí para que siguiera con atención todo lo que la
hermana hacía. El sacrificio de sangre fue realizado para colocar una maldición
sobre ella y su casa; y el demonio de destrucción y muerte fue puesto allí para
ejecutar la maldición sobre su vida. Creemos que la fecha que aparece allí es
la fecha en que se realizó el sacrificio y se colocó la maldición. Al hacer
memoria, la hermana se dio cuenta de que sus problemas habían comenzando en ese
tiempo. ¡Era evidente que tenía muy enojado a alguien que estaba al servicio de
Satanás! Las palabras se escribieron en inglés para que ella no pudiera
entenderlas.
Ilustración número 5
Recorrimos el vecindario y aunque encontramos
más paredes con dibujos, no pudimos ver ni una sola figura que tuviera origen
ocultista. Es obvio que las figuras habían sido colocadas con mucho cuidado en
ese muro con un propósito específico: mantener vigilada a esta hermana y
colocar una maldición de destrucción contra ella y su familia.
¿Cómo enfrentarse a algo como esto? Muy sencillo. Le dijimos a la
hermana que tomara aceite para ungir y que lo untara sobre las figuras,
ungiéndolas en el nombre de Jesucristo. Al hacerlo, debía hablar en voz alta,
ejerciendo autoridad sobre todos los demonios colocados sobre las figuras, y
ordenándoles que huyeran de inmediato en el nombre de Jesucristo. Luego debía
tomar una lata de pintura de aerosol y cubrir totalmente las figuras. Le
sugerimos que consiguiera un color de pintura lo más parecida posible al color
del muro. La mejor solución habría sido limpiar con un chorro de arena a
presión el muro. El problema quedaba resuelto, entonces, al romper la
maldición, la destrucción de las figuras y la orden dada a los demonios. Las
figuras tenían que ser destruidas, ya que mientras estuvieran los demonios
tenían el derecho legal de permanecer allí.
Primera de
Pedro 5:8 nos aconseja velar todo el tiempo porque nuestro adversario (Satanás)
está determinado a causarnos daño. El Señor honró la oración de esta hermana y le
reveló la causa de sus problemas. No tengo la menor duda de que esta fue una de
las razones por las que Dios nos envió a Guadalajara. No nos fiemos de nada,
estemos siempre alerta a todo lo que nos rodea.
Hace poco
estuvimos enseñando un seminario en Vermont, diez días después de la fiesta de
Halloween o noche de las brujas, y después de presentar una serie de
diapositivas con símbolos ocultistas, entre los cuales se encontraban los
mostrados en este libro, tuvimos un período de preguntas y respuestas. Una de
las señoras presentes en la conferencia intervino para decirnos que toda su
familia se había visto sumida de repente en un caos y en desastres en los
últimos días. Había surgido un terrible enfrentamiento entre todos los miembros
de la familia, todos se enfermaron al mismo tiempo, y varios de ellos se vieron
relacionados con una serie de extraños accidentes. Gracias a nuestra enseñanza,
el Señor le mostró el origen de todo lo que estaba sucediendo.
La señora
dijo que al salir a su trabajo la mañana después de Halloween, notó que en
algún momento alguien pintó en la noche un enorme símbolo sobre la puerta de
entrada a la casa. Era una letra A
con un círculo, el símbolo del sacrificio de sangre. Ahora comprendía que
alguien había colocado una poderosa maldición de destrucción sobre su casa y su
familia.
Se marchó
a casa esa noche, después de terminada la reunión y destruyó el símbolo que
había en su puerta. Al mismo tiempo, oró y ordenó, en el nombre de Jesucristo,
que fueran quebrantadas todas las maldiciones puestas contra ella y su familia;
luego ordenó que huyeran de’ inmediato todos los demonios que tenían que ver
con esas maldiciones. Lo siguiente que hizo fue ungir y purificar la casa, y
también ungió a cada miembro de la familia, quebrantando las maldiciones que
había sobre cada uno de ellos. Al día siguiente nos informó que, después de
hacer todo esto, instantáneamente volvió a reinar la paz en su hogar.
Hay una
tienda en una ciudad cercana a donde vivimos, a la que llevamos a revelar
nuestros rollos de fotografía y cuyo dueño llegamos a conocer. Una vez llevamos
un rollo de fotografías a color para que las convirtiera en blanco y negro, a
fin de usarlas en este libro. Cuando fuimos a buscar las fotografías, el dueño
se interesó por el símbolo con la A.
“Qué significa?” nos preguntó.
Daniel le
preguntó por qué quería saberlo, y su respuesta fue: ‘Ah, porque mi suegro
pastorea la iglesia bautista grande que hay aquí en la ciudad. Hace cerca de un
mes alguien pintó con aerosol ese símbolo a un lado de la iglesia. Todavía no
lo hemos quitado, pero me he estado preguntando qué significa.”
Daniel le
explicó entonces el significado. Le dijo que el símbolo quería decir que
alguien había efectuado un sacrificio de sangre de algún tipo en los terrenos
de la iglesia, y que la razón más probable para tal rito era colocar una
maldición sobre la iglesia. Le dijo también que el símbolo debía ser destruido,
la maldición rota, los demonios expulsados y los terrenos de la iglesia
purificados. Confiamos en que este joven y su suegro hayan seguido nuestro consejo
porque de no haberlo hecho la vida de muchas personas de esa iglesia se verá
afectada.
Hace poco,
vimos este mismo símbolo en una de las paredes laterales de una iglesia de
Londres (Inglaterra), donde estábamos dando una conferencia. En esta iglesia
había muchos problemas y no habían podido crecer durante mucho tiempo. Estamos
seguros de que la maldición asociada con este símbolo no era la única razón de
las dificultades de la iglesia, pero sin duda alguna jugaba un papel
importante. Las iglesias son, con mucha frecuencia, blanco de los ocultistas.
Pero desafortunadamente, son muchos los pastores que suponen que no tienen que
ocuparse de esto de las maldiciones, razonando que Dios se ocupará de ellas.
¡Falso!
Hay un
movimiento del Espíritu Santo en el lugar donde vivimos que ha hecho que las
iglesias se reúnan una vez al mes para la adoración y la alabanza, y que los
pastores se junten una vez a la semana para orar.. El propósito de esto es
derribar barreras, estimular la unidad y que, con el tiempo, se produzca un
avivamiento. Hace poco observamos que un grupo de brujos (que visitan a
diferentes iglesias del lugar) se han estado reuniendo en grupos de dos o tres
para dar vueltas alrededor de los templos y de las casas de los pastores que
están al frente del intento de lograr la unidad del pueblo cristiano. El
propósito de estos brujos al dar estas vueltas es colocar maldiciones sobre las
iglesias, los pastores y sus familias, con el propósito de detener la obra que
están realizando para el Señor. En vista de esto, llamamos de manera
confidencial a los pastores y los pusimos en conocimiento de lo que estaba
sucediendo. No nos gusta el chismorreo, y por eso no les dimos los nombres de
las personas que lo estaban haciendo, pero por haber sido testigos oculares
sentimos que debíamos darle a conocer la información a los pastores.
El pastor
de una de las iglesias no le dio importancia a la información y nos dijo que
nos estábamos inquietando por algo que no valía la pena. “Yo creo que Dios se
ocupa de todo ese asunto de las maldiciones y por eso no tenernos que
preocuparnos por ellas”, nos dijo.
Otro
pastor, sin embargo, reaccionó de manera muy diferente: “Gracias por llamar”,
exclamó. “Ustedes no se imaginan lo mucho que mi espíritu da testimonio de lo
que están diciendo! Nuestra iglesia ha estado bajo un ataque terrible estos
últimos dos meses. Varios de los miembros jóvenes de la congregación han tenido
ataques fulminantes y enfermedades graves de las que, por lo general, no sufren
las personas jóvenes. Yo sabía que estábamos bajo un ataque, pero ignoraba
exactamente cómo orar contra esto ya que desconocía su origen. El Señor ha
escuchado mis oraciones al hacer que ustedes me llamen para darme esta
información.” Este pastor recorrió todo el terreno donde se encontraban el
templo y su casa, rompiendo todas las maldiciones y purificando los inmuebles.
Pero además lo contó a su congregación y les sugirió que oraran individualmente
y que ordenaran que todas las maldiciones que les habían sido colocadas, fueran
rotas en el nombre de Jesucristo.
No tenemos ninguna duda de que en los
próximos meses veremos una completa transformación en cuanto al progreso de
ambas iglesias.
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