jueves, 5 de diciembre de 2013

DANDO HONRA A LAS DEIDADES DIABÓLICAS. (MUCHOS CRISTIANOS LO HACEN Y NO SE DAN CUENTA)


Sabemos que no debemos adorar ídolos ni divinidades diabólicas, pero rara vez pensamos en la cuestión de darles honra y honor.
“Y a causa de toda su maldad, proferiré mis juicios contra los que me dejaron, e incensaron a dioses extraños, y la obra de sus manos adoraron. (Jeremías 1:16)

No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen
(Éxodo 20:4,5)

Observe, por favor, que hay una diferencia entre servir o adorar a una divinidad maligna, y reverenciarla. El acto de inclinarse es un acto de reverenciar o de honrar. Hay otras maneras de dar reverencia que muchos cristianos practican, sin darse cuenta de que están violando este mandamiento.
¿Ha visitado usted alguna vez Jerusalén? Muchos cristianos lo han hecho, y se han sentido emocionados al ver los lugares por donde Jesús anduvo mientras estuvo aquí en la tierra. Sin embargo, una parte frecuente del viaje es visitar la Cúpula de la Roca, la mezquita musulmana en Jerusalén. Esta es una de las principales atracciones turísticas. Usted, que ha visitado esta mezquita, deténgase y piense lo siguiente: ¿Qué fue lo primero que tuvo que hacer al entrar a la mezquita? Correcto, se quitó los zapatos. ¿Por qué? Porque el quitarse el calzado es un acto de honrar a Alá,  la divinidad demoníaca a la cual la Gran Mezquita está dedicada.
La práctica de quitarse el calzado para dar honra es una costumbre muy antigua. ¿Recuerda a Moisés en el desierto? La voz que provino de la zarza ardiente dijo:
No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. (Éxodo 3:5)

Moisés se quitó sus sandalias como un acto de honra y reverencia a Dios. El estar en la presencia de Dios hacía santa la tierra que estaba pisando. Las mezquitas son consideradas como lugares santos de Alá. Esta es la razón por la que se ordena a las personas quitarse el calzado antes de entrar a la mezquita. ¡Si usted ha visitado una mezquita y se ha quitado el calzado, es culpable de haber dado honrar a una divinidad demoníaca!

Alá no es el Jehová Dios de los judíos. La historia muestra con toda claridad que se trata de un demonio. La Kaaba original, que consistía en un pequeño edificio de piedra en el patio de la Gran Mezquita de la Meca, estaba llena de muchos ídolos, y Alá era uno de esos ídolos. Los que venían a la Kaaba adoraban muchos dioses diferentes. Luego se presentó Mahoma y dijo que debían adorar a un solo dios; y decidió que debía adorarse a Alá como el único dios verdadero. Después de esto recibió las revelaciones que a la postre fueron escritas en el libro llamado Corán. La Biblia nos dice que todos los ídolos son demonios (1 Corintios 10:19,20). Así pues, Alá es un espíritu maligno, no el único y verdadero Dios creador. Pero hay, además, una segunda prueba que demuestra que Alá es un demonio y no el Dios verdadero: no reconoce a Jesucristo como Dios, lo cual identifica a Alá con un demonio (1 Juan 4:1-3).

Esto es una abominación ante los ojos de Dios y traerá una maldición sobre usted.

TESTIMONIO
Hace algunos años, yo (Rebecca) caí en la trampa de dar honra a las deidades satánicas mientras visitaba a Hawai para dar unas conferencias. Como bien saben los que han visitado Hawai, la tradición allí es colocar una guirnalda de flores alrededor del cuello de toda persona que llega a las islas. Si usted visita estas hermosas islas, verá a muchos usando guirnaldas de hojas o flores de la planta de ti. Cuando llegué a la iglesia la primera noche, dos encantadoras niñitas (hijas del pastor) me trajeron alegremente dos guirnaldas de flores que cada una había preparado. Las niñitas colocaron sus guirnaldas alrededor de mi cuello como señal de bienvenida a la isla y a la iglesia. Yo recibí con placer este presente, ya que amo las flores y pensaba que el obsequio de las guirnaldas era una hermosa costumbre.
Sin embargo, ¡esa noche fue una de las peores que he experimentado en toda mi vida! Estaba desconcertada, tenía la mente ofuscada, y no podía hilvanar siquiera un par de frases inteligibles. Por último, derrotada y humillada, tuve que parar la conferencia. Me daba cuenta de que estaba bajo un formidable ataque demoníaco, pero no podía entender por qué me era imposible reprender a los demonios que me estaban atacando con tanto poder.
Más tarde esa noche, mientras caminaba en mi habitación, llorando y pidiendo al Señor que me mostrara la razón de mi derrota, el Espíritu Santo me habló y me ordenó que pasara la mañana siguiente en la biblioteca pública principal de Honolulu estudiando acerca de las costumbres de las islas, de sus dioses y, más específicamente, de la guirnalda.
Mientras estudiaba la historia local, me horrorizó saber que la costumbre de ponerse guirnaldas proviene directamente de la adoración a las divinidades diabólicas de las islas. La población original de las islas hacía guirnaldas y las colocaba alrededor de las estatuas de sus dioses para que ellos les fueran propicios, esperando así evitar sus exigencias de sacrificios humanos. También se ponían las guirnaldas como señal de honra y reverencia a sus dioses para mantener una buena relación con ellos, o sea, para asegurarse de tener buena suerte. A los que visitan las islas les son colocadas las guirnaldas con el mismo propósito. En realidad, los dioses de las islas hawaianas son tan poderosos que aun en esta época de tecnología moderna, no se construye ningún edificio en las islas si antes no se trae un chamán nativo al sitio donde se construirá el edificio, para que pida el consentimiento y la bendición de los dioses en cuanto al proyecto.
Parte de las costumbres de las islas es el uso de la planta de ti, que se considera la favorita de los dioses. Casi todas las casas y edificios de Hawai tienen sembrados plantas de ti a ambos lados de la entrada principal. Esto se hace con el fin de asegurar el favor permanente de los dioses sobre los ocupantes. Muchas personas de las islas, entre las cuales se cuentan las cristianas, usan casi siempre guirnaldas hechas de hojas de ti. Esto es para lograr protección y para asegurarse del favor continuo de los dioses. Y, por lo general, todo el cuerpo de los bebés se frota con hojas de ti poco después de nacer para que disfruten durante toda la vida del favor de los dioses de las islas.
¡Sin saberlo, había dado honra a las deidades demoníacas de las islas hawaianas cuando acepté que me colocaran las guirnaldas alrededor del cuello! Esto me produjo una maldición y le dio a los espíritus malignos el derecho legal de atacarme. ¡No es extraño, entonces, que no hubiera podido repeler sus ataques! Sólo después de haberme arrepentido de mi pecado y de quebrantar la maldición que este pecado trajo sobre mi vida, pude enseñar y ministrar sin ninguna interferencia demoníaca.
Cuando comencé a enseñar los principios que había aprendido de la historia de las islas, algunos de los cristianos se molestaron mucho y me acusaron de tratar de quitarles su herencia cultural. Tenemos que tener conciencia de que la mayor parte de la herencia mundana lleva aparejada alguna forma de adoración a los demonios. Cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, renunciamos a esa herencia para convertirnos en ciudadanos de un reino diferente y para ser coherederos con Cristo. ¿Por qué; entonces, nos resulta tan difícil libéranos de nuestra herencia mundana? Por las maldiciones y la cautividad demoníaca que esa herencia ha traído a nuestra vida.
Hace poco, estábamos ministrando en las Islas Vírgenes. Después de la conferencia sobre las maldiciones, una señora de la iglesia habló con nosotros durante breves minutos. Ella está encargada de un proyecto en la isla de St. Croix pagado por un aporte del gobierno federal, St. Croix ha venido experimentando una depresión económica durante los últimos años. La respuesta en las Islas Vírgenes a tal problema es el aumento de la actividad turística. Alguien decidió que debían construir un gran museo que sirviera de atracción a los turistas. Obtuvieron una donación del gobierno federal para pagar el proyecto. El museo contiene objetos de las habitantes originales de las islas del Caribe. Esta hermana está relacionada en el proyecto de desenterrar reliquias dejadas por los indios mayas otros pueblos de las islas. Casi todos los objetos que están sacando son ídolos, estatuas y pinturas de los dioses que adoraban estos pueblos. Estos ídolos están siendo cuidadosamente limpiados, restaurados y colocados en posiciones de honra donde la gente paga dinero para contemplarlos. Están siendo puestos en un templo o santuario: el museo. Estos proyectos de desenterrar y restaurar las culturas de los pueblos antiguos gozan ahora de popularidad en muchas partes del mundo y especialmente en el hemisferio occidental. Deténgase ahora, por favor, y piense un momento: ¿Cuál es, en realidad, la característica distintiva o el corazón de cualquier cultura? Su religión. Por eso, en todo el mundo, y en St. Croix en particular, las antiguas deidades demoníacas están siendo desenterradas, restauradas con sumo cuidado, y colocadas en una posición de honor, Y gastan dinero para honrarlas los turistas que pagan por verlas. Hay, en esencia, muy poca diferencia entre estas atracciones turísticas y los templos paganos.

Veamos un ejemplo bíblico en cuanto a la diosa Diana:
Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino. Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices; a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza; pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos. Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero. Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios! Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo. (Hechos 19:23-29)

Como puede ver al leer este pasaje, hay varias cosas en común con el museo que se está construyendo en St. Croix. En primer lugar, hay ídolos considerados dioses. Luego, hay un edificio o templo que contiene estas estatuas. Después, la gente paga dinero al entrar al templo para ver los ídolos. Y, en último lugar, ganan mucho dinero los que hacen los templecillos de Diana o, de acuerdo con las circunstancias modernas, los regalos de recuerdo que las personas adquieren y llevan a sus casas después de visitar el templo. El factor esencial de todo esto es el dinero. El tumulto en Éfeso se debió a la posible pérdida de dinero. A pesar de nuestra moderna tecnología y civilización no hemos cambiado mucho, ¿verdad?
Este actual interés por perpetuar las religiones antiguas no es ningún accidente o coincidencia. Toda forma parte de la tácita explosión del ocultismo que estamos presenciando en estos últimos días en los que Satanás se mueve tratando de apoderarse del mundo.
¿Qué dice la Palabra de Dios en cuanto a esta acometida para restaurar y perpetuar a las divinidades demoníacas? El mejor lugar para encontrar la respuesta a esta cuestión está en lo dicho por Dios a los hijos de Israel cuando se preparaban para entrar a Canaán. ¿Tenía Dios algún interés en la preservación de la cultura de los primitivos habitantes de Canaán? Observe lo que dicen los siguientes pasajes:

Y consumirás a todos los pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo. (Deuteronomio 7:16)

Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.
Deuteronomio 7:5
Él entregará sus reyes en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo; nadie te hará frente hasta que los destruyas. Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios.
Deuteronomio 7:24,25
No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti.
Deuteronomio 9:4
¡El destruir altares, quebrar estatuas, destruir imágenes y quemar las esculturas de sus dioses con fuego no nos suena a preservación de culturas antiguas, sino todo lo contrario! Observe, por favor, que a los israelitas no sólo se les ordenó destruir a los reyes sino además a borrar toda mención de estos nombres paganos de debajo del cielo (Deuteronomio 7:24). Esto significaba extirparlos del registro histórico.
¿Por qué ordenó Dios todo esto? En primer lugar, por la impiedad de los pueblos que estaban ocupados en la adoración a las deidades demoníacas (Deuteronomio 9:4). En segundo lugar, para evitar que el pueblo de Dios cayera en la trampa de honrar a estas divinidades, y que a la larga llegaran a adorarlas.
Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios.
Deuteronomio 8:19,20
Estos versículos son apenas unos pocos de los muchos que hay en la Biblia que muestran con toda claridad que los esfuerzos de preservar y honrar a las divinidades satánicas resultarán en la destrucción del pueblo de Dios. Hermano y hermana: podemos asegurarles que el modo de pensar de Dios en cuanto a esto no ha cambiado con el paso de los años. ¡Dios es un Dios celoso! Por lo tanto, cuando provocamos la ira de Dios buscamos la destrucción.
Observemos, por favor, en el libro de Hechos. Cuando el apóstol Pablo vino a la ciudad de Efeso, muchas de las personas allí estaban muy relacionadas con la adoración a los demonios, pero aceptaron a Jesucristo. ¿Trataron estas personas de preservar su religión o cultura original? Leamos el relato:

“Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor. (Hechos 19:18-20)
Los efesios destruyeron por completo las cosas que tenían que ver con su adoración a las deidades malignas.
Seamos bien claros: ¡Dios odia cualquier cosa que dé honor o adoración a los espíritus malignos!
Mientras ministrábamos en la isla de St. Croix, les preguntamos a los cristianos si estaban al tanto del proyecto del museo. La mayoría lo sabía. Tuvimos que decirles que si los creyentes de St. Croix no se unían para protestar con gran vigor contra el proyecto y para hacer todo lo posible por detenerlo, serían culpables de pecar contra Dios por participar en la honra a divinidades satánicas y por violar precisamente todos los principios que Dios ha dado en su Palabra para enfrentar a los ídolos. La hermana que está trabajando en ese proyecto tiene ante sí la cuestión de renunciar o no a su trabajo. ¿Continuará trabajando en un cargo que precisamente da honra a deidades satánicas? No sabemos cuál será su determinación. Oramos porque haga la correcta.
Otro aspecto de gran dificultad es el de los indios norteamericanos. Muchas veces personas de ascendencia india me han confrontado. Estas sienten que lo único que les da un sentimiento de valía e identidad es su herencia. Una vez más, gran parte de la herencia es la religión; una religión de adoración a divinidades malignas y de asociación con espíritus demoníacos.
Hace poco, el gobierno de los Estados Unidos concluyó un proyecto multimillonario en el estado de Washington. Fue construido un inmenso complejo llamado El Centro Interpretativo, que contiene la historia de los indios norteamericanos de esa región, con un énfasis principal en Tsagalala, la divinidad demoniaca de los indios. Su nombre en español quiere decir “La que vigila”. Esta divinidad se encuentra en todas partes de ese territorio. Todas las tiendas de regalos tienen su rostro en casi todos los objetos imaginables. La diosa había sido colocada en una posición de autoridad sobre toda la región por los indios y ahora
también por el gobierno de los Estados Unidos. Y El Centro Interpretativo es su templo.
Esta actividad en pro de la exaltación de la herencia mundana se está convirtiendo ahora en una cuestión importante entre los negros. En realidad, dentro del campo de la literatura cristiana, los libros que tratan del tema de la herencia negra son numerosos. Hasta se puede conseguir una Biblia en pro de los negros que dice que Jesús y todos sus discípulos, así como todos los pueblos de la Biblia, eran negros. El texto tiene también mucha jerga común al movimiento en favor de la herencia negra.
Le animo a pensar una vez más: Si usted es un servidor de Jesucristo, ¿dónde está su ciudadanía? ¿Dónde está su herencia? No hay color ni raza dentro de la herencia de Jesucristo. ¿Por qué tiene un cristiano que aferrarse a una herencia que contiene adoración demoníaca y glorificar esa herencia? Queridos hermanos, ¡no podemos tratar a Dios a la ligera! Debemos considerarlo todo con toda solemnidad a la luz de la Palabra de Dios y discernir entre lo limpio y lo no limpio (Ezequiel 44:23).
Creemos que el reino de Satanás está fomentando con sumo cuidado el movimiento para resucitar y perpetuar las antiguas religiones y la herencia mundana. En esto hay dos propósitos: Primero, cuantos más ídolos demoníacos sean desenterrados y colocados en posiciones de honor, el poder de dominar dado a los demonios aumentará. Las personas que visitan estas llamadas atracciones turísticas están cayendo en la trampa de dar honra a los demonios. Y este pecado da a los demonios el derecho legal de ejercer una influencia poderosa en la vida de estas personas.
Además, creemos que estos proyectos forman parte de un objetivo a largo alcance que busca demostrar que todas las religiones conducen a Dios. Junto con libros tales como Embracing the Light [Comprendiendo la luz], muy popular y de reciente aparición, estos proyectos se hacen con el propósito de decir que todas las religiones conducen a Cristo. El cristo al que estas personas se refieren no es el Jesús de Nazaret, el Dios Todopoderoso, sino un falso cristo. Sabemos por las profecías bíblicas que Satanás creará, al final, una sola religión mundial, buscando él mismo ser adorado como Cristo. El diablo proclamará falsamente ser el único Dios creador. El impresionante avance del ocultismo y del movimiento de la Nueva Era, junto con la adoración de los espíritus demoníacos, y la asociación con ellos, es prueba de que Satanás se está moviendo con gran rapidez para lograr el cumplimiento de estas profecías.

Siguiendo modas demoníacas
Quizás nunca antes en la historia del mundo las modas han tenido un efecto tan grande sobre la totalidad de la población. Gracias a los sistemas de comunicación modernos, una moda puede literalmente dar la vuelta al mundo en cuestión de semanas o meses.
No seguirás a los muchos para hacer mal.
Éxodo 23:2
Amado, no imites lo malo, sino lo bueno.
3 Juan 11
Los cristianos necesitan estar conscientes de que la mayor parte de las modas tienen su origen en la hechicería. Muchas de las modas han sido popularizadas por las estrellas de la música rock y por Hollywood. Desafortunadamente, nuestra juventud, tanto la cristiana como la no cristiana, está ávida de seguir toda nueva moda que surge.

Veamos lo que dice la Biblia en cuanto a ciertas modas en particular:
No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinos. No haréis tonsura en vuestras cabezas, ni dañaréis la punta de vuestra barba. Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová. (Levítico 19:26-28)

Estos mandamientos de no afeitarse los lados de la cabeza, ni cortarse la carne, ni tatuarse la piel, forman parte de una lista contra las prácticas ocultistas. ¿Por qué razón? Porque en ese tiempo y a través de toda la historia en muchas culturas diferentes, y hasta el día de hoy, estas prácticas, que son en realidad demoníacas, se han realizado ceremonialmente para dar honra al reino satánico.
A través de los siglos, los hombres se han afeitado los lados de la cabeza y también se han arreglado el cabello a los lados de la cabeza en forma de franjas, como señal de fidelidad a un demonio particular que ellos adoran. En la Grecia y Roma antiguas, los sacerdotes de Baco, el dios de la sensualidad, se dejaban el cabello un poco más largo en la parte superior, y muy corto el cabello a los lados de la cabeza, luego se afeitaban en forma de franjas a los lados de la misma. Usaban este peinado como señal de su sacerdocio y como símbolo de su fidelidad a Baco.
Dé un vistazo a lo que le rodea. ¿Ve este mismo peinado en los jóvenes de hoy? ¿Qué tipo de conducta caracteriza a estos jóvenes?
Otro peinado popular entre los hombres y los jóvenes es tener todo el cabello muy corto, dejando sólo un pequeño mechón de cabello en medio de la parte posterior de la cabeza. Este pequeño mechón de cabello largo se parece mucho a una cola, y muchos de los adolescentes de hoy la llaman “cola de bobo”. Es un nombre muy preciso para ella. En realidad, este estilo comenzó en Inglaterra hace varios años, y se inició por unos cantantes de música rock que también estaban relacionados con una agrupación de brujos llamado Wicca (contracción de la palabra inglesa witcheraft que significa hechicería). La cola es en realidad llamada “cola de chivo” y es señal de fidelidad a Satanás, que con frecuencia es representado por el chivo. Conversamos con frecuencia con muchos padres cristianos que no pueden entender por qué sus muchachos, de ocho, nueve o diez años de edad, se vuelven de repente en unos rebeldes. Si el muchacho usa una cola de chivo, podemos identificar el comienzo de su rebelión desde el mismo momento en que comenzó a usar este tipo de peinado. Muchos artículos de ropa y joyería tienen diseños, dibujos y símbolos ocultistas en ellos. Los espíritus malignos pueden asociarse legalmente a estos artículos. Y todo el que los utilice está bajo una maldición. Observe las camisetas que usa el adolescente promedio. Estas tienen dibujos de diversas bandas de rock, todas ellas ocultistas. No es extraño que en las actividades de muchos grupos musicales, tantos cristianos como seculares, las autoridades hayan tenido que prohibir a los jóvenes el uso de estas camisetas por el enfrentamiento contra el orden que generan.
En Levítico 19:28, Dios nos ordena de manera específica no tatuamos ni hacernos marcas o cortaduras en la carne. Por muchos años hemos observado que casi todos los están relacionados de alguna manera en el ocultismo tienen marcas o tatuajes de algún tipo. ¡Es que a los demonios les encanta tener a sus servidores marcados de alguna forma! Con frecuencia nos preguntan qué deben hacer las personas con estas marcas y tatuajes después que aceptan a Jesucristo. Por desgracia, las marcas son permanentes.
¡Alabado sea Dios, porque Jesucristo hizo provisión para este problema en la cruz! Si usted tiene un tatuaje o alguna marca, todo lo que tiene que hacer es pedirle a Dios que lo perdone y que lo limpie del pecado de haberlo recibido. Cubra después el tatuaje con aceite y ordene que cualquier maldición asociada con él sea rota en ese mismo instante y que todos los demonios huyan en el nombre de Jesucristo.
Si el tatuaje es un símbolo ocultista o algo obsceno que le produce vergüenza, le sugerimos que busque a un especialista en tatuajes que utilice agujas esterilizadas y que cubra el tatuaje con un solo color para que el diseño original no se pueda distinguir. Esto se debe hacer cuando se trate de símbolos ocultistas o dibujos hechos con el propósito específico de ser utilizados en la adoración a espíritus malignos.

Adoramos a un Dios que se complace con la diversidad, y que de ninguna manera desea que los cristianos lleven puesto un uniforme. Sin embargo, debemos tener sumo cuidado en esto de no seguir la última moda. Recuerde que Satanás es el dios de este mundo, y que las modas son modas porque gozan de la popularidad del mundo. Todo lo que tenga que ver con Jesucristo jamás será popular en el mundo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario