miércoles, 4 de diciembre de 2013

La Ignorancia No Es Una Bendición, Ni Justificada por Dios!!! (ESTUDIO MALDICIONES SI QUEBRANTAR) CAPITULO 1

¿Por qué hay creyentes todavía derrotados y oprimidos por las maldiciones? La respuesta es: Por la ignorancia de ellos. Uno no puede librar una batalla que no ve o que no sabe que existe. Nadie puede derrotar a un enemigo que ni siquiera sabe si lo está atacando. La Palabra de Dios dice lo siguiente:

Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. (Óseas 4:6)

Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed. Por eso ensanchó su interior el Seol, y sin medida extendió su boca. (Isaías 5:13,14)
Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores. (Eclesiastés 7:12)

Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones. (2 Corintios 2:11)

La Biblia dice con toda claridad que el pueblo de Dios sufrirá y que al final será llevado a la cautividad si continúa en la ignorancia y el pecado, y esto se aplica en el caso de las maldiciones. Con muchísima frecuencia, los cristianos no se dan cuenta de que llevan maldiciones sobre ellos. Por lo tanto, no las pueden enfrentar y se limitan a preguntarse por qué siempre padecen sufrimientos.
El argumento más común que escuchamos de las personas es el siguiente: “No creo que Dios me haga responsable de algo de lo que no estoy consciente. No creo que Él permitiría que venga una maldición sobre mi vida si no sabía que lo que estaba haciendo era incorrecto.”
Amados hermanos y hermanas: Tenemos que decirles que Dios sí nos hace responsables de todo lo que está dicho en su Palabra. El nos ha dado abundante información a través de toda la Biblia. Por lo tanto, no tenemos ninguna excusa.

Veamos lo que dicen los siguientes pasajes:

Y si no tuviere lo suficiente para un cordero, traerá a Jehová en expiación por su pecado que cometió, dos tórtolas o dos palominos, el uno para expiación, y el otro para holocausto. (Levítico 5:17)

Cuando sus ramas se sequen, serán quebradas; mujeres vendrán a encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó. (Isaías 27:11)

Oye, tierra: He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon mis palabras, y aborrecieron mi ley.
(Jeremías 6:19)

Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. (Óseas 4:6)



Si usted no lee ni estudia la Palabra de Dios, está rechazando el conocimiento, y las consecuencias de este pecado son realmente serias. No obstante, hemos creído en un Dios misericordioso que está presto a perdonamos si nos arrepentimos, y además, contamos con la ayuda del Espíritu Santo que mora en nosotros.

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